Viendo las Aflicciones
Estar por encima de las aflicciones de los sentimientos, es una condición igual a la de los ángeles. Estar en un estado de angustia sin la sensación de pena, es una disposición debajo de las bestias. Pero regular debidamente nuestras aflicciones y atar nuestras pasiones bajo la vara, es la sabiduría, deber y excelencia de un cristiano. Aquel que no tiene afectos naturales puede ser merecidamente clasificado entre los peores de los paganos. Y aquel que es capaz de dominarlos correctamente merece ser contando entre los mejores cristianos. Si bien estamos santificados y participamos de la naturaleza divina, no es hasta que seamos glorificados que podremos despojarnos de las debilidades de nuestra naturaleza humana. Mientras nos encontremos al alcance de los problemas, no podremos estar sin peligro y no debemos estar sin el temor del pecado. Es tan difícil para nosotros escapar del pecado estando en la adversidad, como mantenerse sereno en la prosperidad. Cuán susceptibles somos para transgredir los límites de la razón como de la religión bajo las intensas aflicciones. Esto puede comprobarse en la mayoría de las experiencias de los hombres.
Flavel, JOHN. (2018). Introducción por John Flavel. En . (Ed), Consuelo para los desconsolados. (p. 65). Lima - Perú, Perú: Teología para Vivir.
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